Mea culpa de Fidel un bumerán acusatorio
Por: Albert Müller
A 52 años del triunfo revolucionario de 1959, Fidel Castro reconoce que el modelo cubano ya no funciona ni siquiera para Cuba.
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| Fidel Castro Ruz, 3 de septiembre de 2010 |
Como dice la frase jurídica ‘a confesión de partes relevo de pruebas’, en la entrevista que concedió a la revista ‘The Atlantic’, el ex gobernante cubano admite que el sistema de la isla es un fracaso y no es exportable a ningún país.
‘Ya no funciona ni para nosotros’ dijo Fidel en una tardía confesión, pues para el pueblo cubano hace mucho tiempo que el sistema estatizante y centralizado que impera en la isla es un caos improductivo y un desastre que desacelera el desarrollo.
Después de haber estado al borde de la muerte y apenas sin poder hablar coherentemente durante cuatro años de reclusión hospitalaria, por un cáncer que le operaron en los intestinos, Fidel Castro también reconoció la semana pasada el error cometido en la persecución implacable a los homosexuales en las primeras dos décadas del proceso revolucionario, que eran enviados presos a la Unidad Militar para la Producción (UMAP).
La entrevista en La Habana a Fidel Castro, de 84 años, por el periodista Jeffrey Goldberg, junto a la experta norteamericana en relaciones exteriores Julia Sweig, duró unas diez horas de conversación.
En ese tiempo hablaron de los temas últimamente preferidos y recurrentes del líder comunista, la guerra atómica contra Irán y el conflicto árabe-israelí.
Según la funcionaria que acompañaba a Goldbert, Julia Sweig, Castro buscaba con sus declaraciones ‘crear un espacio’ para que su hermano Raúl pudiera poner en marcha las radicales reformas que requiere el sistema cubano.
La entrevista publicada en partes por la revista norteamericana ‘The Atlantic’, responde a una invitación del propio Fidel a Golberg.
En la primera parte de la entrevista Fidel criticó al presidente de Irán, Mahmud Ahmadineyad, por sus declaraciones antisemitas y por negar el holocausto, y le pidió que ‘deje de difamar a los judíos’ y que trate de entender por qué los israelíes temen por su existencia, en virtud de ser un pueblo perseguido y maltratado a través de su historia.
A una pregunta de Goldberg sobre su insistencia obsesiva actual de un supuesto ataque nuclear a Irán, que no se correspondía cuando él mismo había pedido a la Unión Soviética en 1962, que enviara sus misiles nucleares para destruir a los Estados Unidos, Fidel Castro también admitió que se equivocó.
Después de estas confesiones al periodista Goldberg, que representan una parte del reconocimiento del gran fracaso de la revolución cubana, sólo queda esperar el ‘mea culpa’ de Fidel por haber enviado a soldados cubanos a morir innecesariamente en Angola, Etiopía, Bolivia y Venezuela.
Y por supuesto el último ‘mea culpa de Fidel debería ser una solicitud de perdón al pueblo cubano por haber traicionado los fundamentos democráticos de la revolución cubana de Frank País y de José Antonio Echeverría en 1959, que tantas vidas, maltratos y torturas ha costado a miles de cubanos durante cincuenta años de un sistema de terror estalinista impuesto a Cuba.
Fotografía: Internet
