Fidel descubrió el agua tibia
Por: Juan Carlos León
Bitacroraparticipativa
A Fidel Castro le tomó casi 52 años para darse cuenta que “el modelo cubano no funciona”, según le confesó al corresponsal de la revista norteamericana The Atlantic”, Jeffrey Goldberg. Al siguiente día el octogenario dictador se retractó de sus declaraciones alegando que el periodista lo había malinterpretado. Un poco tarde para la rectificación, ¿No cree usted?
Si el comunismo no funcionó en la Unión Soviética ni en los países europeos, ¿cómo pretendía Fidel que iba a funcionar en Cuba? Quizás él lo sabía desde un principio pero su ambición de poder y protagonismo fue más fuerte que su sentido común. Los únicos perjudicados de su aberración comunista hemos sido nosotros los cubanos.
¿Qué pensarán ahora los que han creído en la revolución cubana y en su fracasado sistema socialista? Hay que estar ciego para no ver lo devastada que está la mayor de las Antillas después de más de medio siglo de comunismo a la fuerza. Cubanos de la isla: ¡abran los ojos! No permitan que los Castro los sigan engañando deliberadamente. Ustedes también merecen vivir en libertad, democracia y prosperidad. Reclamen sus derechos.
Qué visión tuvieron los primeros migrantes cubanos y los 4 mil rebeldes que se alzaron en El Escambray porque sabían lo que se avecinaba. Qué valor han tenido los balseros por preferir ahogarse en el mar o ser devorados por los tiburones antes de seguir siendo víctimas del castrismo. Nuestro respeto para los padres de los niños de la Operación Pedro Pan quienes escogieron vivir separados de sus hijos antes de que estos fueran adoctrinados con el veneno del castrocomunismo.
Aquellos que han propuesto al dinosauro político que desgobierna nuestra patria para el Premio Nobel de la Paz deberían respetar un poco más el dolor de todos los cubanos. Este tipo de propuestas empaña la imagen y credibilidad de tan importante y prestigioso reconocimiento. El asesino de Fidel acaba de descubrir el agua tibia, pero el pueblo cubano lleva muchos años ya bañándose con ella, y no en una ducha, sino con un cubito y una latica.
Fotografía: Internet
