Una sola iglesia, la de Cristo
Por: Juan Carlos León
Bitácoraparticipativa
En estos tiempos existen muchos tipos de denominaciones religiosas y todas dicen estar en lo cierto. Muchas de ellas se han convertido en verdaderos negocios, lo cual hace más difícil poder discernir quién está en lo correcto y quién no. Nuestro deber como cristianos es saber diferenciar entre tantas instituciones cuál es la verdadera iglesia de Dios.
Según la Biblia, se levantarán falsos profetas que dirán tener la verdad, pero por sus frutos sabremos si son auténticos o si son unos farsantes. A través de los años hemos sido testigos de muchos predicadores que han utilizado el nombre del Señor en vano, sin embargo, tarde o temprano los hemos podido desenmascarar.
Hay mucha confusión cuando se habla de tal o más cual iglesia. Algunos creen que esta palabra hace alusión a la estructura –ya sea de madera o concreto- construida por los hombres. Nada más lejos de la verdad. Ese lugar sagrado es únicamente el local que hemos escogido los creyentes para rendirle tributo y adoración al Altísimo, pero la verdadera iglesia del Gran Creador somos nosotros, sus hijos y, “donde hayan dos o más reunidos en su nombre, allí estará Él”.
Dicen las Sagradas Escrituras que el fin del mundo está cerca. Preparémonos para rendir cuentas por nuestros actos. No importa si eres católico, protestante o de cualquiera otra religión que hayas escogido. Lo importante es que tu vida sea un evangelio vivo. Después de todo “somos un solo cuerpo”, de acuerdo al apóstol Pablo.
Los que creemos en Cristo formamos parte de la misma iglesia, la cuál será arrebata al cantío de un gallo por aquel que nos creó a su imagen y semejanza. “A partir de ese momento disfrutaremos de cosas que jamás subieron ni a la mente ni al corazón del género humano”. Esto es palabra de Dios.
Fotografía: Internet