Educación y salud en Cuba, ¿gratis?
Por: Juan Carlos León
Bitácoraparticipativa
msjcl2007@yahoo.com
A través de los años la educación y la salud en Cuba han sido elogiadas en muchas partes del mundo. El Gobierno cubano se da golpes en el pecho considerándolas las dos principales conquistas de la revolución pero, ¿acaso no se ha pagado un precio muy alto por ellas?
A cambio de estos dos “supuestos logros” los cubanos han sido privados de sus derechos fundamentales como seres humanos. En la isla las personas no tienen libertad de prensa ni de expresión, ni siquiera pueden pensar en voz alta, especialmente si estos pensamientos difieren de los principios revolucionarios impuestos al pueblo.
Los cubanos no pueden viajar libremente fuera de su país como lo hace cualquier individuo en estos tiempos modernos, ya sea por aire o mar. Las razones son las siguientes: Número uno porque la moneda que perciben no tiene valor en ningún otro lugar que no sea Cuba; número dos porque necesitan que otras personas de otros países los inviten y número tres porque nadie sale de la cárcel de los hermanos Castro sin su consentimiento.
Aunque no estés de acuerdo con el sistema comunista que impera en nuestra patria por más de medio siglo no puedes manifestarlo abiertamente, de lo contrario, puedes terminar en una de sus inhabitables ergástulas o en el cementerio. Los más dichosos –casi dos millones- hemos sido condenados a vivir en un destierro infinito.
Es preferible pagar por una buena educación y por tener acceso a la medicina antes de ser controlados y manipulados como si fuéramos unas marionetas. No hay nada que se pueda comparar con el privilegio de vivir en un país libre y democrático donde se respeten los derechos humanos de sus ciudadanos. Desgraciadamente los cubanos hemos tenido que salir a buscar todas estas cosas en otras tierras.
Por medio de este corto comentario se ha querido aclarar que la educación y la salud en Cuba no son gratis como no los han querido hacer creer por todos estos años. Son muchas las cosas que nos quitaron y otras nos las negaron a cambio de algunas migajas, las cuales no compensan para nada las violaciones tan flagrantes que hemos experimentado en carne propia.
A través de los años la educación y la salud en Cuba han sido elogiadas en muchas partes del mundo. El Gobierno cubano se da golpes en el pecho considerándolas las dos principales conquistas de la revolución pero, ¿acaso no se ha pagado un precio muy alto por ellas?
A cambio de estos dos “supuestos logros” los cubanos han sido privados de sus derechos fundamentales como seres humanos. En la isla las personas no tienen libertad de prensa ni de expresión, ni siquiera pueden pensar en voz alta, especialmente si estos pensamientos difieren de los principios revolucionarios impuestos al pueblo.
Los cubanos no pueden viajar libremente fuera de su país como lo hace cualquier individuo en estos tiempos modernos, ya sea por aire o mar. Las razones son las siguientes: Número uno porque la moneda que perciben no tiene valor en ningún otro lugar que no sea Cuba; número dos porque necesitan que otras personas de otros países los inviten y número tres porque nadie sale de la cárcel de los hermanos Castro sin su consentimiento.
Aunque no estés de acuerdo con el sistema comunista que impera en nuestra patria por más de medio siglo no puedes manifestarlo abiertamente, de lo contrario, puedes terminar en una de sus inhabitables ergástulas o en el cementerio. Los más dichosos –casi dos millones- hemos sido condenados a vivir en un destierro infinito.
Es preferible pagar por una buena educación y por tener acceso a la medicina antes de ser controlados y manipulados como si fuéramos unas marionetas. No hay nada que se pueda comparar con el privilegio de vivir en un país libre y democrático donde se respeten los derechos humanos de sus ciudadanos. Desgraciadamente los cubanos hemos tenido que salir a buscar todas estas cosas en otras tierras.
Por medio de este corto comentario se ha querido aclarar que la educación y la salud en Cuba no son gratis como no los han querido hacer creer por todos estos años. Son muchas las cosas que nos quitaron y otras nos las negaron a cambio de algunas migajas, las cuales no compensan para nada las violaciones tan flagrantes que hemos experimentado en carne propia.
Fotografía: Internet