Verdades pandémicas
Por: Luís Condori
Columnista Invitado
CNN Chile
El martes pasado la OMS levantó la alerta de pandemia a nivel mundial. ¿Debe sorprender, sugerir algo ello? No. La verdad que dentro de todo lo que han hecho, siempre se dedican a levantar el pánico social, luego crear la cura y venderla. No se puede explicar tanto rebrote con especulaciones que solo pasan por la zafiedad de quienes toman la responsabilidad, y no sé si sea responsabilidad lo que hacen, de poder mantener el sentido común y no engañar a las personas.
El 24 de abril de 2009 , en México, se reportaba las primeras 20 muertes a causa de un “nuevo tipo de virus de gripe”. Muertes impartidas del pañuelo de unos virus disfrazados de esmoquin; de patosos seres que lo único que forman es un tipo de gangrena alrededor del tejido social. Y sus ambiciones infectadas, llenas de pus, de costras descompuestas, solo son el indicativo de cuánto puede un virus tomar una forma casi humana para poder destruir hasta el epitelio.
Y bueno, cuando se habla de todo ese rollo mediático virulento, lo único que se puede venirme a la mente es todo ese espectáculo que se ha formado en todas las décadas que uno pasa en este mundo tan sedado, tan infectado, pero que resiste a morir por su propia cuenta.
Señores, el virus está entre y dentro de ustedes. No se sorprendan, no se alarmen porque todo el tinglado mediático lo único que hace es repetir noticias que desesperan, que confunden, y hasta engañan. Si no creen ello, la viruela, otro tipo de virus, mató a trescientos millones de personas en el siglo XX, y se dio como radicado en 1980. O sea, ¿cuántos han muerto por la influenza? La OMS dio que al 30/6/2009 se contabilizaron 382 muertes. Entonces si revisamos los datos de virus comunes y conocidos, podemos decir que la Malaria mata a 2 millones de niños al año… que son 10 millones de personas que mueren a causa de enfermedades que simplemente se pueden curar, pero que la mononeuronalidad de los que tienen la responsabilidad de hacer algo por aquellas personas les impide poder pensar al menos un rato.
¿Y qué van a decir los que ahora pretenden dar fin a algo mediáticamente maquillado? La gripe mata a millones por año, pero eso no es noticia de importancia. Claro, debe tener un nombre porcino o aviar para que recién aparezca en los tinteros de las rotativas y en las cintas de los vídeos que son testigos de los truculentos intereses de personas que manejan un poder soso y zopenco. Tienen que tener ello para que recién salga de las bocas de los presentadores de noticias, de las virtuales informaciones, desatando así el pánico entre los que poco o nada pueden hacer para defenderse del peor virus que puede haber: la del engaño.¿ Alguien recuerda que en 1994, en Australia, murió misteriosamente un cuidador de caballos de carrera junto a 14 equinos por una enfermedad que sorprendió en todo ese país? Creo que no lo recuerdan. Les diré que a esa enfermedad lo llamaron morbillivirus equino. Fue un misterio que parece que en ese momento no supieron saber cómo descubrirlo. Al final, todo fue tan pasajero, y esa misma se ha ido retratando en todos los países.
Así, y como en estas líneas les remito, que no se caiga más en juego de terceros que solo tratan de divertir sus bolsillos con algo tan preciado que puede ser la salud. Hay muchos que mueren a diario por enfermedades que conocemos, pero poco o nada se hace por ellos; de quienes sí sufren la gran pandemia de llevar una vida con indiferencias. Esa indiferencia que muestran esos personajes de esmoquin, que como bien lo llamara la Premio Nobel en Química Dorothy H. Crawford, es la de “unos parásitos ingeniosos, manipuladores y en la última instancia dañinos”. (Enlace CNN Chile)
Fotografía: Internet