La desobediencia civil en Cuba, el camino para la libertad
Por Enri Saumell
Ex prisionero político
Presidente fundador del Movimiento Alternativa Republicana
Junio 20 de 2010
Dentro del abaníco de organizaciones que en Cuba trabajan civicamente para encausar la patria de Martí, hacia la democracia, varios son los métodos de lucha utilizados para conseguir este necesario fin. Todos juegan un importante rol, ya que mantienen prendida la llama libertaria, sin embargo, basandome en mi experiencia personal y en los avances que ha obtenido el Movimiento Alternativa Republicana, en sus proyectos y objetivos trazados, considero que la desobediencia civil, es la via pacífica a través de la caul se puede verdaderamente presionar y finalmente derrotar, a un régimen de naturaleza monárquico toatalitaria, como en el que en nuestra patria impera.
Desde el instante en que los más aguerridos opositores pacíficos, dentro de la isla, dieron sus primeros pasos en la resistencia cívica en las calles, surgieron críticas y hasta infundadas acusaciones contra ellos, tanto en intramuros como en extramuros. Hubo quien se atrevió a decir que los abanderados de la resistencia pacífica, herederos de las estirpe de Antonio Maceo y Carlos Manuel de Céspedes, tomaban las calles no por valentia, sino por que estaban protegidos por la policia política. Si era evidente y probada la lealtad a la causa, el argumento era entonces, que se decidían por el enfrentamiento directo a la tirania por que no contaban con otra herramienta para combatirla, debido al bajo nivel de escolaridad. Y si ambas falacias no funcionaban, era el analfabetismo político y no una estrategia bien calculada, en la búsqueda de ganar espacios de libertad, la razón que los movía a realizar, tan peligrosas actividades públicas.
¿Politólogos equivocados o mal intencionados?; ¿agentes de la dictadura?; ¿protagonismo estéril?. No sabemos. Quizas en el futuro se conozcan las razones por la que cayeron en semejante ligereza. Lo que si ha quedado bien claro es el rotundo fracaso en el empeño en desacreditar a los auténticos patriotas. Cada dia son más los activistas que adoptan la desobediencia civil como arma, en la lucha no violenta contra la infame tirania. Las Damas de Blanco son un testimonio viviente del acierto de esta tesis.
En sobradas ocasiones, analistas, sabelotodo, han comparado los sistemas políticos a los que tuvieron que enfrentarse Martin Luter King y Mahatma Gandhi, con el gobierno fraticida al que se enfrentan hoy las democratas cubanos, con el objetivo de desestimar la posibildad del triunfo por medio de la desobediencia civil y la no cooperación.
Mahatma Gandhi dijo: “La desobediencia civil se covierte en deber sagrado cuando el estado se ha tornado en una institución sin ley o corrupta. Y cualquier ciudadano que trueca con dicho estado comparte en su corrupción y anarquia.... Cada ciudadano es responsible por cada acto de su gobierno.... Hay un remedio soberano a saber, la no cooperación no violenta. Aun no haciendole propaganda a esta solución en el instante en que decidimos cesar de apoyar al gobierno este muere de muerte natural.”
Nada surge de la nada. Por lo general todo lleva un proceso evolutivo. Primero se prepara la tierra, luego se siembra, se le da tratamiento a lo que cultivamos, hasta que llega la cosecha. De igual manera debemos proceder con nuestro pueblo cautivo. Se le debe concientizar sobre su reponsabilidad, sobre su deber ante la destrucción de su pais; ante la miseria de su familia y la suya; se le debe mostrar con claridad meridia, hasta que quede convencido, que si todos decimos: yo no coopero con la dictadura, el régimen cae por su propio peso.
Esa era precisamente la misión de hombres de la talla de Orlando Zapata Tamayo, Mártir del pueblo cubano, quien estuvo siempre fomentando tertulias patrióticas en los parques y otros sitios al aire libre en la Habana. Esa ha sido la tarea de muchos compatriotas encarcelados en las mazmoras castristas como Angel Moya Acosta. Ese es el propósito que nos hemos trazado los que defendemos la desobediencia civil.
El crecimiento de nuestras filas; el relevo seguro de los hernanos desterrados y de los que languidecen en las ergástulas dantescas de la tirania; los valientes que toman las calles para acercar al pueblo al movimiento opositor, esa es, indiscutiblemnete, la prueba irrefutalble de que la desobediencia civil, es el único camino para que podamos conquistar inmediatamente, la preciada libertad.
Fotografía: Internet
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